Joserra Zúñiga, Óscar Carnicero y Xevi Aranda presentan “Smiley”, la exitosa obra catalana, por primera vez en México. La comedia es protagonizada por Jesús Zavala, Jerry Velázquez, Martín Barca y Sergio Velasco (alternando funciones).

En conferencia de prensa, productores, elenco y director, Zúñiga, anunciaron la temporada de la comedia, que comenzará a partir de marzo en La Teatrería, todos los jueves a las 20:30 horas.

“Es una obra catalana que dio origen a una serie de televisión (en Netflix), que cuenta la historia de dos personas, Alex y Bruno, y su relación amorosa, y un poco tormentosa”, adelantó Joserra Zúñiga.

El director agregó que a obra “habla mucho de los prejuicios que tenemos con nosotros mismos, con nuestra imagen y con la imagen del otro”, y destacó que es su regreso al teatro con una obra nueva, después de varias temporadas de “Agotados”.

Por su parte, Jesús Zavala, comentó sobre su personaje que “‘Bruno’ es un arquitecto con grandes inseguridades a la hora de ligar y, por obra del universo, se topa con ‘Álex’ y pasa esta relación que, sí es un poco tormentosa y fuerte, pero al mismo tiempo interesante y única”.

Y sobre las razones que le atrajeron del proyecto, el actor destacó la presencia de solo dos actores en escena que sostienen toda la historia y una gran diversidad de personajes, que requieren de distintos acentos y situaciones.

Finalmente, Martín Barba, quien también alterna a ‘Bruno’, habló sobre la historia que cuenta “Smiley”.

“Es una historia muy importante porque, además de ser una historia de amor gay, es muy importante la visibilidad, también habla de una manera de relacionarnos y de todas esas inseguridades y trabas que podemos poner al momento de estar conociendo a alguien” comentó Barba.

En “Smiley”, de Guillem Clau, Álex y Bruno, protagonistas de esta comedia romántica, no pueden ser más distintos. Conforman una extraña pareja en la que sólo tienen en común que son dos hombres y que se han enamorado. Sus diferencias parecen insalvables, y sus personalidades antagónicas, pero lo quieran o no, están unidos por ese hilo rojo, por más que a menudo quieran romperlo.